bandoleros del Guadarrama

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Pablo Santos, el bandido de la Pedriza. La historia, 1ª Parte

Asalto de los Ladrones. Francico de Goya

         
           Pero insistimos, todo lo que escuchó en su momento Bernaldo de Quirós sobre este bandido  y que podemos conocer mejor  si  leemos el capítulo correspondiente de  su libro  "La Pedriza del Real de Manzanares"  responde a una tradición oral, de viejas historias que contaban las gentes de los pueblos cercanos a la Pedriza. Algunas de estas personas,  como el pastor Montalvo de Mataelpino, aseguraban y les podemos creer, que lo llegaron a conocer cuando fueron jovenes, niños practicamente (desde que Bernaldo de Quirós lo relata hasta el tiempo de Pablo Santos habían pasado casi 80 años). Pero  ya sabemos que a las viejas historias, a las leyendas, cada persona que las narra añade y quita algo. Y también que con el paso de los años la memoria falla... Las escasas noticias que hemos podido encontrar en la prensa de la época nos presentan una historia algo diferente. Sin tener ganas de desdecir a los paisanos,  fuentes de información del guadarramista,   ni a nadie, nos vamos a ocupar de ellas, dando a la parte que continúa su mayor carácter histórico.
           
Garganta del Manzanares. Una de las entradas naturales a la Pedriza


          Y es que después de investigar sobre este asunto, muy especialmente en la prensa histórica, lo cierto es que las informaciones encontradas aportan ideas un poco diferentes. La primera información con la que he dado sobre este personaje (dando por hecho, por supuesto, yo creo que es evidente, de que este "Pablo Santos" del que se habla en la prensa  es el "Pablo Santos" de la leyenda), nos presenta, sorpréndanse, al legendario bandolero pedricero como "comandante de armas de Miraflores de la Sierra". La información del periódico "La Revista Española" en su edición del 28  enero de 1834 le sitúa persiguiendo a unos facciosos (Carlistas) en plena guerra civil. Concretamente, la noticia reza así.

"Miraflores, enero 26. Se presentaron en este pueblo diez hombres a caballo y bien armados que exigieron pan, vino y cebada y dijeron hacer parte de los realistas levantados en la campiña para sostener la causa de D. Carlos V, después de haber comido y bebido y hecho comer y beber a sus caballos se dirigieron hacia el pueblo de Manzanares, en cuyas inmediaciones hay otra gavilla de diez hombres de a pie que robaron anoche 4 carneros. (..). El día siguiente, 15 del corriente, el comandante de armas de Miraflores, D. Pablo Santos que había salido de madrugada en persecución de los demás facciosos, hizo presos a tres más de ellos apoderándose de los dos caballos restantes; (..)"


        Pero no saquen consecuencias precipitadas. Y es que unos meses después, siempre dentro del contexto del la Primera Guerra Carlista, nos encontramos de nuevo a Pablo Santos, pero esta vez en vez de ser  azote  de " facciosos" se ha convertido en  perseguido por la misma razón. Cambio radical sobre el que no podemos decir mucho. No tenemos ni idea de las razones, ni  siquiera de que no hubiera en la noticia de enero algún error por parte del periodista o de sus fuentes. Piensen lo que quieran. El "Eco del Comercio" en octubre del mismo año contaba lo siguiente:


            Parte recibido en la Secretaria de Estado y del Despacho de la guerra


“El capitán de Castilla la nueva traslada un parte del comandante móvil de la columna móvil de Manzanares D. Juan Banda, desde Peñalva de la Sierra de fecha del día 20 en que dice que después de dos penosas marchas consiguió alcanzar en la inmediación de dicho pueblo a la partida de 8 hombres que capitaneaba D. Pablo Santos y después de una pequeña acción quedaron en su poder un faccioso muerto , dos heridos, cuatro caballos, dos trabucos y una escopeta entregándose los restantes a la fuga”

Amplias vistas desde las cercanías del Yelmo


         Por su parte el periódico “La Revista Española” del día 15 de diciembre, nos cuenta otros detalles, tales como que Pablo Santos es un carlista (confirmando la noticia de octubre) y  que se había rebelado contra las autoridades formando una partida. Se le acusa del robo de la diligencia de Valladolid. En una refriega con las tropas de infantería comandadas por un tal Isidro Chacón, muere un buen número de sus hombres.
           Concretamente podemos leer lo siguiente:

"Con motivo del robo de la diligencia de Valladolid, y sabiendo que en al falda de la Pedina ( Pedriza), habían de pernoctar los facciosos que al mando de Pablo Santos habían cometido aquel atentado, salió de Colmenar Viejo en la noche del 9, una columna de infanteria, mandada por el teniente de la Guardia Real de la misma D. Isidro Chacón, y otra de caballería, ambas al mando del comandante Balbino Arce. Los facciosos se presentaron como a dos leguas de distancia de la expresada villa, contestando "al quien vive" que se les dió con fuego, se logró la captura de algunos, y no pudo hacerse la de todos por lo fragoso del terreno, el que cubierto de lagunas (?), junto con la oscuridad de la noche les salvó, aunque dejando bien claras muestras de haber escapado algunos heridos. El resultado fue cojerles un caballo, algunas municiones y muchos efectos sin duda de los robados a la diligencia de Valladolid."

(c) Santiago Martín Arribas